Es muy importante comenzar por una correcta limpieza de manos y alimentos para evitar enfermarnos o terminar intoxicado.
Adquirimos hábitos para estar saludables, y en ese camino es importante evitar los efectos adversos.
Así como nos preparamos para practicar actividad física, entrando en calor y estirando para poner a punto músculos y articulaciones a fin de evitar lesiones, también debemos prepararnos de forma similar a la hora de alimentarnos. Es decir, prestar atención a la preparación de los alimentos para evitar intoxicarnos, enfermarnos.
En este camino que recorremos de alimentarnos saludablemente, mucha comida la preparamos nosotros en casa con productos naturales, orgánicos, o de nuestro propio cultivo (huerta, aves, huevos) y los fermentados.
La cadena alimentaria es extensa. Desde su fuente (suelo, aire, agua) a la mesa, pasan muchas manos. Literalmente: el agricultor, la industria, el empaquetado, el traslado, el almacenamiento. Todos esos pasos están expuestos a contaminación física (pelos, uñas, cabello, plástico, vidrio, tierra), química (agroquímicos, aditivos) y biológica (virus, bacterias, parásitos, hongos).
Muchos microbios pueden generar enfermedades transmitidas por los alimentos.
Los investigadores han identificado más de 250 enfermedades transmitidas por los alimentos. La mayoría de ellas son infecciones producidas por una variedad de bacterias, virus y parásitos. Las toxinas y las sustancias químicas dañinas también pueden contaminar los alimentos y causar enfermedades.
Los cinco microbios principales que causan enfermedades por alimentos ingeridos son: Norovirus, Salmonella (huevos, pollo), Clostridium perfringes, Campoylobacter, Staphylococcos aureus.
Otros microbios no causan tantas enfermedades, pero cuando las producen, estas afecciones tienen más probabilidades de requerir hospitalización, como: Clotridium botulinum (botulismo, en embutidos, fermentados) Listeria, Escherichia coli (carne mal cocida) y Vibrio (cólera)
Entonces, intoxicarnos resulta más que frecuente si no tenemos en cuenta algunas consideraciones especiales.
¿Cómo darnos cuenta si tenemos intoxicación alimentaria?
Los síntomas comunes de enfermedades transmitidas por los alimentos son náuseas, vómitos, cólicos estomacales y diarrea.
Aunque cualquier persona puede contraer una enfermedad transmitida por los alimentos, hay quienes tienen más probabilidades como los adultos mayores, niños pequeños, inmunodeprimidos (por diabetes, enfermedad hepática, renal, con tratamiento quimioterápico, inmunomoduladores y/o corticoides) embarazadas. Así como también personas sedentarias, con sobrepeso, o bajo estrés crónico.
La mayoría de las personas con una enfermedad transmitida por los alimentos mejora sin tratamiento médico, pero quienes tengan síntomas graves deben ver a su médico.
¿Cómo evitar las enfermedades transmitidas por alimentos?
Tenemos que seguir cuatro pasos: limpiar, separar, cocinar y enfriar. Estos simples pasos te ayudan a proteger a tu familia de la intoxicación alimentaria.
Los microbios que causan intoxicación alimentaria pueden sobrevivir en muchos sitios y propagarse en la cocina. Entonces:
- Lavate las manos durante 20 segundos con agua y jabón antes, durante y después de preparar los alimentos, y antes de comer.
- Lavá los utensilios y las tablas de cortar, y limpiá los mesones con agua caliente y jabón.
- Lavá las frutas y verduras frescas con agua corriente.
La carne, las aves, los pescados y mariscos y los huevos crudos pueden propagar los microbios a los alimentos que vienen listos para consumir, a menos que los mantenga separados. Entonces:
- Usá tablas de cortar y platos diferentes para la carne, las aves y los pescados y mariscos crudos.
- Cuando vayas de compras al supermercado, mantené la carne, las aves y los pescados y mariscos crudos y sus jugos separados de otros alimentos.
- Cuando guardes en la heladera, mantené la carne, las aves, los pescados y mariscos y los huevos crudos separados de todos los demás alimentos.
Los alimentos están cocidos de manera segura cuando llegan a una temperatura interna lo suficientemente alta como para matar los microbios que pueden hacer que te enfermes. La única forma de saber si los alimentos están cocidos es usar un termómetro de alimentos. No es seguro guiarse por su color y textura.
En lo posible usá un termómetro de alimentos para asegurarte de que estén cocinados a una temperatura interna que sea segura:
- 60°C para carnes enteras (luego permití que la carne descanse 3 minutos antes de cortarla o comerla).
- 70°C para carnes molidas.
- Más de 70°C para todo tipo de aves, incluida la carne molida de pollo y de pavo.
- Más de 70°C para sobras y guisados (recalentados)
Las bacterias pueden multiplicarse rápidamente si se dejan a temperatura ambiente o en la zona de peligro que se encuentra entre los -4°C y 60°C. Entonces:
- Mantené tu refrigerador por debajo de los -4°C.
- Refrigerá los alimentos perecederos dentro de 2 horas. (Si la temperatura exterior supera los 30°C, refrigerá dentro de 1 hora).
- Descongelá los alimentos congelados de manera segura en el refrigerador, en agua fría o en el microondas. Nunca dejes que los alimentos se descongelen sobre la mesada, porque las bacterias se multiplican rápidamente en las partes de los alimentos que llegan a estar a temperatura ambiente.
Desde Simple&Real te enseñamos a adoptar buenos hábitos de higiene. No solo alimentaria, sino también física, mental y emocional.
Te invitamos a conocer nuestros programas de cambio de hábitos, en grupo es más fácil y sostenible.