Él cambió, y nos comparte su experiencia con entusiasmo.
Los nuevos hábitos además de permitirle bajar de peso, le permitieron mejorar muchos aspectos de su vida.
Un testimonio inspirador sobre cómo una nueva forma de vida me ayudó a perder peso, cambiar mi hábito de consumo y mejorar mi salud
Compartimos este testimonio, contado en primera persona. Nos anima, sin dudas, a seguir enseñando hábitos saludables, apostando al cuidado de la salud como premisa.
“Buen día, les quiero contar que yo tengo 56 años y hasta los 30 fui un tipo casi normal físicamente, con 1,78 m de estatura y con 100 kilos, 110 kilos de peso, pero de repente me fui a 140 kilos y sin darme cuenta a 180 kilos. De alto quedé igual pero de ancho no”.
Le eché la culpa a que fumaba tres atados de pucho por día y como había dejado definitivamente el cigarro, vivía comiendo carne, fiambre y pan, jamás una lechuga o un tomate. Cuando no comía carne, comía pastas. Soy buen cocinero y me gusta hacer de comer para mucha gente, con toda la familia o amigos pero tengo la desgracia que si se que vienen 10 a comer hago para 15 o 20. Si hago asado para 10, cualquier normal pondría entre 5 y 7 kilos de carne, yo si no tengo 15 o 20 kilos para la parrilla, no los invito. Siempre hago abundante y las largas sobremesas hacen que termines comiendo todo a lo bestia.
Intenté bajar de peso varias veces y llegaba a la nutricionista y le contaba que me comía 5 o 6 milanesas con papas fritas por día o dos cajas de ravioles solo y salía de allí con una dieta de una tostadita con mermelada light al desayuno, una manzana a media mañana, un plato verde con 200 gramos de pechuga de pollo sin piel, un yogur y un té a la tarde y algo livianito a la cena con una feta de jamón cocido y otra de queso con dos criollitas.
¿Saben qué?, imposible de llevar adelante, algunos ni los empecé. Pero hace más de dos años que una amiga me viene hablando del programa de Mauricio y yo no le daba importancia. Después me insistió, me dijo que ella que no necesitaba bajar kilos había hecho el programa y bajó unos kilos y se sentía con mucha energía y que su hermana había bajado varios kilos que necesitaba bajar. Me insistía con que comés de todo lo que a vos te gusta.
No se si por esto o porque en los últimos 6 años viví de mi casa a una oficina sentado que estaba a cuatro cuadras y aveces me tomaba un taxi y no las caminaba o vivía sentado en una camioneta semanas enteras porque recorrí todas las provincias Argentinas dos veces durante cuatro años, así que comiendo en restaurantes y hoteles, muy mal dormido y de repente me encontré tan inflado que parecía que se me reventaban las piernas, la piel como un cartón.
Le tenía miedo al covid, me contagie y zafé y entonces si el covid que me agarro gordo y con poca capacidad pulmonar no me llevó, yo pensé que me dejó para darme la oportunidad de luchar por algún otro sueño, pero entendí que tenia que poner mi parte tambien y comenzar a cuidar mi cuerpo.
Por todo esto decidí sumarme al consejo de mi amiga e iniciar el Nivel 1.
El día que comenzamos en mayo no pesaba 180 kilos como les conté, pesaba 220 kilos, andaba de jogins porque era lo único que me entraba y hacía media cuadra caminando y me agitaba como si hubiera corrido una maratón.
Desde el día primero que comenzamos aquel lunes no comí ni harina ni azúcar, falle en horarios en meditación y en ejercicios pero en comer lo que aconsejan me saco un 10.
A los cuatro días, noté un cambio importante en la piel, luego comencé a dormir, yo era famoso por dormir sólo dos horas por día. Solucioné problemas insolucionables que tenía, esto no es porque el programa me dio la fórmula de cómo hacerlo, pero si reconozco que me tranquilizó para poder pensar de otra manera y resolverlos. Después me dio energía, muchísima energía.
Bueno ya los aburrí con tantas palabras hasta acá, pero lee un poco más que falta lo que realmente quería contarte. Hoy 15 de junio a 45 días de haber iniciado esto, peso 196 kilos, me he vuelto a poner pantalones de jean que no usaba desde hace dos años. Uso de nuevo cómodamente los zapatos sin tener que andar sacándomelos a cada rato porque me apretaban y ya camino 2 kilómetros por día.
Estos son mis logros personales, cada uno tendrá los suyos.
Me siento maravilloso, sé que tengo que ordenarme más en algunos aspectos pero comienzo nuevamente a disfrutar de la vida como lo hice siempre.
Agradezco al Doctor Acevedo y al equipo y a ustedes compañeros del grupo que sin conocerlos me ayudaron a cambiar mis hábito y rutina”.