Nos etiquetan para el diagnóstico y nos medican para los síntomas… Pero, ¿estamos curándonos así?
Tanto en envases como en enfermedades, si no le ponemos un sello, parece que no lo vemos.
Si vas al supermercado, lees las etiquetas, y si el envase no dice “sin azúcar”, nuestro cerebro ni lo registra. Tal vez no tenga azúcar, pero sí otros endulzantes. Si no dice “saludable”, no lo registra.
Lo mismo pasa con las enfermedades. Podés sentirte hinchado, con cefalea, malestar digestivo, sin energía, mal dormir, pero parece que lo internalizamos, como normal. Si un amigo, vecino, los medios o el médico no pone de sello “diagnóstico” parece que no existe.
Porque vamos por la vida anestesiados. Y cuando nos dan un diagnóstico, queremos soluciones mágicas.
Tenés tal enfermedad, entonces te medico con tal medicamento. Eso es tratar el síntoma, no la causa… Es como anestesiarte.
¿Sabías que por cada medicamento que te indica el médico tienes altas chances de recibir uno o dos para sus efectos adversos? Una locura, pero real. Cuando ese medicamento probablemente no sea necesario si de patología crónica se trata.
Y la verdad muchas veces no hace falta etiquetar, ni anestesiar. Simplemente abrir los ojos y mirar para ver, sentir y reconocer qué nos pasa.
Desde Simple&Real te proponemos programas que van dirigidos a esto. Cambio de hábitos para darnos cuenta, entender y aprender a resolver nuestro día a día, conocer la raíz del problema, para generar un cambio fuerte, estable y duradero.