Es que el tema no es cuánto comés sino cuándo y qué comés. Acá te compartimos algunos tips para que tengas en cuenta.

Existen dos factores principales que dificultan el uso eficaz de grasa como fuente de combustible, afectando a nuestra salud y provocando altos niveles de inflamación:
- Comer harinas, azúcares, edulcorantes, lácteos, procesados y ultraprocesados
- Tener el hábito de comer varias veces en día (más de dos o tres).
Recordá que estamos hechos para comer comidas ricas en grasas. Si comes comida real, natural y orgánica, no volverás a tener hambre por un tiempo. Esto es porque tu cerebro va a leer que comiste nutrientes de verdad y no tendrás necesidad de comer más de 2 o 3 veces por día.
Te recomendamos que cambies tus hábitos para que tengas un mejor combustible, baje tu inflamación, mejore tu salud en general y tengas más energía.