Esa respuesta es la que tu cerebro tiene en la memoria. Pero ¿saboreaste o fuiste consciente del sabor “a manzana” la última vez que la comiste?
En los tiempos que corren, andamos a las corridas, valga la redundancia (literalmente como dicen los adolescentes) y más que comer engullimos la comida.
Rara vez nos sentamos frente al plato a ver primero: qué tiene nuestro plato, sentir el aroma; segundo: cortar adecuadamente la comida; tercero: elegir un bocado; cuarto: llevarlo a la boca; quinto: masticar hasta triturar sintiendo texturas y sabor y recién; sexto: deglutir, es decir, tragar.
Y rara vez hacemos todos estos pasos sin celular, sin tele, sin computadora, sin levantarnos de la mesa, y sin hablar. Suena raro, ¿verdad?
Parece que no hay tiempo para comer así, y en realidad, sin las nombradas interrupciones tecnológicas, sí hay tiempo.
Probablemente comer como deberíamos no lleve más de 20 minutos sentados a la mesa, pero nuestro multitasking ha enviciado también ese preciado momento de alimentarnos y disfrutar del momento.
Comer a las corridas genera ansiedad, mala digestión, dolor abdominal, hinchazón, pesadez, reflujo, gastritis, cefalea… y podemos seguir enumerando consecuencias.
Comer como deberíamos genera mayor saciedad y satisfacción al levantarnos de la mesa sin efectos indeseados digestivos.
¡Tips para comenzar hoy mismo a aplicar!
Primero:
- Si llegas con ansiedad a la mesa; realizá varias respiraciones profundas antes de comenzar para desactivar tu sistema simpático y activar el sistema parasimpático y así predisponer tu cuerpo entero a recibir el alimento.
- Apagá dispositivos (televisor, tablet, notebook, teléfono) y avisale a tu entorno (hijos, pareja u otros) que por unos 20 minutos estarás sentada/o disfrutando de tu comida.
Luego:
- Evitá las distracciones a la hora de comer: emociones, tecnología, tareas simultáneas.
- Dale el espacio: solo comé.
- Comé sentada/o, en lo posible con cubiertos.
- Serví en el plato la porción completa de comida real, alimentos.
- Organizá la compra, elaboración y cocción de los alimentos, no solo para que sea saludable, sino para que esté listo a la hora de sentarte a comer.
- Involucrá todos los sentidos: sabor, vista, olfato, texturas.
Desde Simple&Real te proponemos poner en práctica estos consejos, y luego nos podés contar qué tal te sentó la comida y si vale la pena cambiar estos hábitos.